Cuando el mar entra a la tierra

La producción de camarón en cautiverio en el Ecuador inició en 1968, en salitrales y pampas salinas cercanas a la población de Santa Rosa, en la provincia de El Oro. Debido a su gran rentabilidad, en pocos años se expandió a los bosques de manglar. En los primeros 15 años se construyeron casi 90.000 hectáreas de granjas camaroneras, y en 1995 casi 180.000 hectáreas estaban en operación.

En la década de 1980, esta actividad había crecido un 600%, llegando el Ecuador a ser el primer exportador del crustáceo a nivel mundial, posición que no la mantuvo por mucho tiempo, pero que sí estuvo entre los primeros exportadores a escala mundial.

En la década de 1990 se produce una crisis del camarón debido al brote de una enfermedad WSSV o virus de la mancha blanca, que alcanzó niveles epidémicos. Esto produjo una caída en la producción, bajando de 250 millones de libras a 80 millones. A partir de 2006 la producción nacional recupera su volumen y en el 2012 se estaba exportando 450 millones de libras. Es cuando empiezan las camaroneras instaladas tierra adentro, ocupando zonas agrícolas, ecosistemas naturales y conocidas como “camaroneras en tierras altas”.

A nivel mundial, la primera noticia de la cría de camarón tierras adentro es de Tailandia en el año 1987. En la década de 1990 se expanden en ese país, con el fin de evitar el WSSV, y en 1998 se contabilizaban 11.500 hectáreas ocupadas con esta finalidad, lo que desató preocupación por la fuerte salinización de los suelos que se generaba, por lo que se prohibió esta forma de cultivo, aunque la prohibición se levantó en poco tiempo.

Esta forma de producción del crustáceo se adoptó también en otros países, incluyendo algunos estados de Estado Unidos. Por ejemplo en Arizona se cultiva camarón en el desierto, usando los efluentes usados para irrigar la producción agrícola, en Alabama se cría bagre con aguas salobres y en Florida camarón en sistemas raceway techados. En el Ecuador se empezó con esta modalidad de producción a finales del año 2000 e inicios del 2001 (Marcillo, s/f).

A finales del año 2019, la exportación camaronera reportó un crecimiento total de 19%, convirtiéndose en el primer rubro de exportación no petrolera del país, y con ganancias abrumadoras. De 256 millones de dólares producidos por las exportaciones no petroleras y mineras, 237 son de la empresa camaronera (Cluster Camarón, 2019).

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