Tribunal del Agua y los Desastres

INTRODUCCIÓN 

El colapso ambiental climático, se siente y expresa en los ríos: Carreteras destruidas, represas rotas, inundaciones…. 

Los ríos son testimonio y evidencia de las graves crisis ecológicas de nuestro tiempo y nuestro país. Gran parte de los conflictos ambientales involucran ríos.

La minería utiliza grandes cantidades de agua para obtener los metales. secan vertientes de agua, contaminan las fuentes de agua cercanas. La actividad petrolera extrae del subsuelo aguas fósiles (tres veces más salina que el agua del mar) y las descarga al ambiente las reinyecta Y contamina los acuíferos de aguas dulces. Afecta incluso el agua de lluvia por la quema del gas residual, con lo que envenena lo que hoy se conoce como ríos verticales que se forman cuando los árboles transpiran, forman nubes y llueve. En el caso de los proyectos hidroeléctricos no solo interrumpen el cauce del agua sino que provocan gigantescos desastres.

Los ríos son soporte de los ecosistemas, repercute sobre la regulación del clima, la renovación y reproducción de los suelos y la biodiversidad. Requiere un equilibrio entre la biodiversidad, sus cauces, caudales, orillas. 

El Estado, en lugar de proteger los ríos y respetar los usos y relaciones de las comunidades,  reglamenta la domesticación de los ríos, autorizan desvíos de ríos, permiten descargas de afluentes e incluso el desecamiento o la cementación de cauces.

AFECTADOS POR EL PROYECTO COCA CODO SINCLAIR

El caso del proyecto hidroeléctrico Coca Codo Sinclaire en Napo y Sucumbíos ha provocado uno de los desastres más grandes del país, en el río Coca, en las estribaciones de la cordillera de los Andes y la Amazonía.

El Estado sabía que estaba construyendo una mega-represa aguas arriba de la zona erosiva, donde además cruzan los oleoductos que sacan el crudo amazónico a los puertos de exportación. Aunque la erosión regresiva es un fenómeno natural, sus impactos se generan cuando se altera la cuenca. Lo que observamos ahora pudo producirse a lo largo millones de años, pero la aceleración e intensidad del fenómeno hizo que la erosión regresiva se transforme en un desastre. El Estado sabe que va a ser imposible estabilizar este fenómeno, y está tomando medidas anti técnicas, inconsultas y a corto plazo, pues sigue haciendo más obras, como desviar su curso para solucionar el problema causado, pero el río tiene una hidráulica propia, lo que va a generar graves consecuencias en toda la cuenca. Todo esto se agrava con las rupturas de los oleoductos, lo que pone en riesgo catastrófico a toda la zona, convirtiéndola en una gran zona de sacrificio.

Si bien se reconoce la gravedad por pérdidas económicas y las fallas en la ingeniería del proyecto mismo, se ha invisibilizado el sufrimiento de las comunidades de campesinos y pobladores que perdieron sus fuentes de vida, a las que el Estado les ha negado indemnizarlos y reconocer sus derechos. Aunque en un inicio la gente vio con buenos ojos al proyecto, pues se prometía que abrían fuentes de trabajo, con el tiempo se vio que los trabajos fueron pocos y bajo condiciones de gran precariedad. Quienes se habían endeudado para abrir emprendimientos para servir a la empresa hidroeléctrica no fueron contratados; se incrementó la violencia, particularmente a las mujeres, y la zona se militarizó. Muchos emprendimientos turísticos se han perdido, lo que pone en riesgo la presencia humana en la zona, y entre las comunidades hay una sensación de incertidumbre porque no saben lo que va a pasar mañana.

Son muy preocupantes las denuncias de que trabajadores chinos son prisioneros que cumplen su condena trabajando en la hidroeléctrica, bajo condiciones de trabajo deplorables.

Durante el Tribunal escuchamos las tribulaciones que han enfrentado los habitantes de la zona, desde que se inició la obra, cuando se la declaró como “utilidad pública”. Este proyecto significó la migración de una gran cantidad de familias de la zona de influencia del proyecto, y los que se quedaron, han tenido que vivir con los múltiples daños ambientales y económicos generados por la construcción misma de la represa, así como por la erosión regresiva. Lamentablemente la respuesta recibida han sido maltratos, engaños y la humillación de la empresa. Aunque algunos miembros de la comunidad han introducido recursos legales, sus reclamos no han sido atendidos.

El río Coca se encuentra en estado crítico, lo que ha afectado a las comunidades indígenas que su vida gira en torno al río. Cuando se abren las compuertas, baja grandes cantidades de agua con sedimentos y vegetales, llegando a las comunidades con tanta violencia que algunas personas han perdido sus vidas; y otras, sus viviendas y pertenencias. Con la excesiva sedimentación, las comunidades perdieron sus chacras que tradicionalmente hacían en las islas del río, pues las islas también desaparecieron. Las comunidades perdieron la seguridad de navegación porque a sus lanchas se las lleva la fuerte corriente, y ya no tienen sitios de recreación. Los mayores dicen que los seres espirituales de la ribera, que han mantenido la armonía y la riqueza del río, se han ido. El espíritu dueño de los peces, también se ha ido. Cuando desapareció la cascada, también desaparecieron los espíritus que la custodiaban.

La vida de las comunidades Kichwa de Pandayaku y Shiwuacucha, San Francisco, Playa del Río Coca y Dashinoi que viven en la ribera del río Coca ha cambiado. Ahora tienen miedo de ir a pescar, a bañarse, tomar agua para beber y cocinar; a sembrar en las islas, porque no saben cuándo se van a abrir las compuertas.  A esto se suma la contaminación petrolera, ya que no tienen acceso al agua limpia, y no han recibido indemnización o reparación integral. El Estado nos ha dicho que el río y las islas son del Estado, y que ellos no pueden reclamar.

Lamentablemente, todo el sufrimiento de las comunidades de indígenas aguas abajo, se ha invisibilizado. 

Los testigos concluyeron que el corazón del río está roto.

A pesar del desastre de este proyecto, en la Amazonía ecuatoriana hay 16 centrales hidroeléctrica y 60 proyectos están siendo más planeados en la zona Amazónica, en esta región que juega un papel vital en el equilibrio climático global, tierra de hermosas cascadas y uno de los sitios de mayor biodiversos del planeta.

El corazón del río Coca está muerto.

Finalmente denunciamos que durante el recorrido periodístico hecho, en la visita a la finca de un campesino afectado por la empresa, empleados de CELEC retuvieron a los periodistas y quisieron decomisar sus equipos de investigación.

MERCEDES MANCHENO: REPRESA HIDROABANICO EN MORONA SANTIAGO

Utiliza el agua que proviene de la Cordillera de El Cóndor, y afecta primero al Río Upano y posteriormente al Santiago. Nació como una iniciativa del Consejo Provincial hace 16 años, y se realizó sin contar con la consulta previa a la comunidad. El proyecto consta de dos fases: el primero de 24 mW y la segunda fase de 24).

 Es una iniciativa puramente privada (de las empresas KFC y Anhalzer). 

Las dos represas se hicieron con estudios ineficientes, y se usó la información de otra cuenca, en cuya aprobación hubo una presión del poder política del momento.

 Un problema grave son los sedimentos que generan las represas y el material volcánico que viene del Volcán Sangay, lo que se agrava por la minería ilegal. Las represas desvían el agua del río afectando el caudal ecológico. La problemática es tan grave que se ha tenido que evacuar una comunidad. La energía que se genera para la minería. AL igual que en

A pesar de las inspecciones, denuncias e informes de la población, estas no han sido tomadas en cuenta.

TANIA LAURINI.  PROYECTO HIDROSANTIAGO EN MORONA SANTIAGO

He visto morir las dos cascadas más grandes del país por causa de las represas, Agoyán y San Rafael, lo que me causa un gran dolor. Estos son lugares sagrados. 

Y ahora la sombra cae sobre el gran río Santiago, tributario del Amazonas, con la Hidroeléctrica Santiago, el mayor proyecto hidroeléctrico del país. Este proyecto tendría una capacidad instalada de 3600 MW, más del doble que la Coco Codo Sinclair; no se evalúa el desastre que ésta resultó y se avanza este mes con la licitación para la contratación de esta nueva obra que solo le interesa a las constructoras y aseguradoras y remediadores de riesgos.

Se ubica entre dos grandes y biodiversas cordilleras, Kutukú y El Cóndor (ambas concesionadas en su mayor parte a la minería a gran escala y pequeña minería), en la confluencia del río Zamora con el Río Namangoza, que conforman el río Santiago, nacimiento ecuatoriano del río Amazonas. La represa tipo arco de hormigón compactado de 205 metros de altura inundará unas 3.000 hectáreas. La longitud del embalse es de 24 kilómetros sobre Río Zamora y 45 km sobre río Namangoza. 

Su represamiento cortaría la conexión fluvial de la nacionalidad Shuar que es un solo pueblo binacional con los Wampis. El Río Santiago atraviesa la frontera Ecuador-Perú con el mismo nombre hacia el Marañón y Amazonas. Cientos de comunidades viven alrededor de él y comen de sus peces, usan el río como medio de comunicación local y binacional, unidad cultural, ecológica y de supervivencia que se afectaría irreversiblemente. Ya sufrieron antes la guerra, ahora sufrirán la represa. Los acuerdos binacionales no lograron aún un paso legal en la zona ni apoyar sus emprendimientos locales sostenibles, pero sí lograron la apertura total al extractivismo. Esta es una zona con una muy importante biodiversidad terrestre y acuática, que ha sido estudiada minoritariamente. 

HidroSantiago servirá a la industria minera, lo que agudizará aún más los impactos de esta mega obra. CELEC entró en la fase de estudios por medio de la división de las organizaciones indígenas, como la FICSH y PSHA; la empresa firma convenios con los líderes, a espaldas de las comunidades. Hay pruebas de que se intentó hacer una consulta previa oculta. La gente no sabe nada de la existencia de este proyecto, peor de sus riesgos, no saben que muchas comunidades van a desaparecer, incluso la famosa Cueva de Los Tayos. Este proyecto podría provocar un desastre aún mayor que el de la Coca Codo Sinclair.

10 años de estudios desde el 2011 hasta el 2021 están terminados y entregados al gobierno. Los mismos que construyeron la Coca Codo son parte en esta fase de estudios, sin embargo, CELEC descarta cualquier riesgo ambiental, lo que nos hace dudar de la credibilidad de esta empresa. Estamos ya en proceso de licitación para la selección de la constructora el 2022 y quieren inaugurarla el 2028. Aún estamos a tiempo como seres humanos de detener este desastre.

SERAPIO LAJE. TRASVASE DAUVÍN

 Es el desvío del río Daule en Guayas y el río Vinces en Los Ríos para el control de inundaciones y dotar de agua a la población. En su construcción se provocó desalojos e inundaciones y al momento se encuentra abandonado. En los recintos de Vinces los campesinos producían una gran cantidad de cultivos y cría de animales, para la soberanía alimentaria, acompañados por expresiones culturales propias del pueblo montubio. La obra fue construida por Odebrech. La empresa entró con engaños a la población, y se decía que se iban a beneficiar 175 mil familias (150 mil hectáreas). Aunque se acabó de construir en 2015, hasta ahora no se usa, porque el agua es de mala calidad y la gente se enfermaba.

La gente pide que se evacúe el agua de los canales, que se los rellene con tierra para la agricultura, que se introduzcan peces y fauna silvestre y que se indemnice a la población.

La gente sabía que la represa se construyó era para el agronegocio, como las empresas bananeras, porque el campesino sabía que ellos no podrían pagar el costo para llevar el agua a sus fincas.

DARWIN PAREDES. PROYECTO HIDROTAMBO EN BOLÍVAR

 Es una pequeña hidroeléctrica con apenas 8 Mw, que desvío el río Dulcepamba, dejando sin agua a más de 100 familias que se encuentran aguas arriba de la infraestructura hidroeléctrica. Hidrotambo llegó en el 2004, sin que la gente conozca nada de la hidroeléctrica. En la pequeña comunidad de San José de Tambo, la población sufrió los impactos de la construcción de la represa.

La empresa no hizo ninguno de los estudios hidráulicos, ecológicos, meteorológicos; y a pesar de ello inició las obras de captación, y en ese proceso se produjo varios impactos en el río Dulcepamba y en la población, pues capta más agua que la que puede, afectando el caudal ecológico y el acceso al agua de la población.

La movilización popular consiguió que SENAGUA disponga que Hidrotambo deje de operar los meses más secos del año (agosto a diciembre) para permitir el acceso al agua de las comunidades locales. Hidrotambo se opone a la resolución y ha apelado el poder mantener el caudal que necesita, negando el derecho al acceso de agua para el uso humano y para la producción campesina. Hasta ahora no ha habido ninguna sanción a la empresa, y las autoridades dicen que es debido a que faltan requisitos. Al momento el MATTE está totalmente a favor de la empresa.

Arriba del río hay unas 15 mil personas que no tienen acceso al agua, y la represa sigue funcionando. Como sucede en Coca Codo Sinclair, la empresa abre las compuertas de la represa sin advertir a la población, produciendo un tsunami de agua, con graves impactos. De igual manera se dan procesos de erosión en la zona de influencia de la represa.

Las personas que protestaron en contra de la construcción de la represa fueron acusadas de terroristas.

GLENDA SORIANO. Proyecto de Propósito Múltiple Jaime Roldós Aguilera Presa Daule Peripa Central hidroeléctrica Marcel Laniado en Manabí y Guayas

Incluyen la inundación de cerca de 30 mil has agua en una de las zonas más fértiles del Ecuador, e incluyó el desplazamiento de miles de familias. Este es el proyecto más antiguo y con problemas no resueltos. La zona de influencia del proyecto es territorio del pueblo Montubio, y en un inicio la gente creía que se iban a beneficiar. 

El gobierno de turno ofreció que se iba a entregar títulos de propiedad a los campesinos que no lo tenían. Ya han pasado 40 años y esto no se materializa. La gente expropiada dormía afuera de las oficinas de las autoridades para que se les indemnice.

Los daños en salud, ambiente y la biodiversidad es irrecuperable. Muchas familias quedaron anegadas en islotes, y hasta ahora no tienen alimentación, agua potable ni educación. El problema fue aún mayor con la pandemia.

 La construcción de la represa afecta a las provincias de Guayas, Manabí Santa Elena y Manabí. Las ¾ de la represa está invadida de lechuguines que generan metano (un gas del efecto invernadero), lo que además dificulta la navegación de las poblaciones de la zona. La mala calidad del agua produce gran cantidad de enfermedades. 

El proyecto ha prometido grandes cosas, pero Daule Peripa es uno de los territorios que están más allá del olvido. El Estado tiene una deuda con el sector y tiene la obligación de reparar a las comunidades afectadas desde hace 40 años y a la naturaleza.

MARIBEL PASQUEL Y CINTIA ANDRADE. RÍOS SAN PEDRO Y MACHÁNGARA

Estos son los dos ríos que drenan a la ciudad de Quito y conforman la cuenca alta del Guayllabamba.

El río Machángara nace en el Atacazo y en su recorrido aumenta su caudal, cuando pasa por el Pichincha. Cruza por el centro histórico de Quito y sale por Guápulo para unirse con el San Pedro. Etimológicamente es el río de los Caras y tiene connotaciones sagradas y representa el animal totémico de la serpiente. El Machángara está relacionado con el diluvio, el mito fundacional de los Kitus; está relacionado con toda la cosmovisión totémica y sagrada de la ciudad de Quito. Hasta ahora hay sitios sagrados relacionados con el río. Los ríos son fuentes de vida, pero además tienen connotaciones míticas y religiosas para los pueblos. A pesar de esto han sido transformados en una cloaca por la falta de decisiones de los quiteños. 

El caudal de ambos ríos sirve para la generación hidroeléctrica, y reciben las descargas de Quito. El río San Pedro junto con el Machángara pasan por la ciudad de Quito y avanzan a los valles, en su camino recibe la contaminación de las aguas servidas, los desechos domésticos, industriales y agroindustriales, así como escombros y botaderos de basura.

El alcantarillado de la ciudad recoge todas las aguas servidas y las deposita en los dos ríos, una cantidad mínima es tratada, menos del 5%.  Las hidroeléctricas que usan sus aguas toman el agua del caudal, dejando al río casi seco, éste se restituye con el agua del alcantarillado urbano y de afluentes que se van juntando a su cauce ya contaminado. 

Se necesita buscar soluciones a largo plazo, un proceso de concientización por parte de la ciudadanía que desconoce esta problemática, así como la voluntad política de las autoridades para devolverle la vida al río, incluyendo políticas culturales que miren al río como parte del paisaje cultural, así como tomando decisiones de largo plazo sobre el tratamiento de las aguas de la población de la capital. Hay también la necesidad de que se dicten ordenanzas que permitan defender la estructura de ríos y quebradas para su preservación.

ENRIQUE VALENCIA.  RÍO SANTIAGO EN ESMERALDAS

En Esmeraldas, el río Santiago del cantón Eloy Alfaro y sus afluentes, han sufrido la destrucción provocada por las palmicultoras, camaroneras y la minería ilegal.

El sistema recibe los químicos utilizados por las palmicultoras y las mineras. La sedimentación que se genera por la extracción minera, atenta contra los derechos del río. A pesar de que tenemos Medidas Cautelares que prohíben la minería, esta no se obedece. Al momento tenemos 40 organizaciones que se han unido a la lucha por los derechos humanos, a la salud y de la naturaleza.

A pesar de ello, las autoridades desconocen la realidad que se vive en el Norte de Esmeraldas.