El ruido en la vida silvestre

La contaminación acústica es el exceso de sonido que altera las condiciones normales del ambiente en una determinada zona. El ruido es una forma de contaminación del aire que no sólo afecta nuestra calidad de vida, salud, productividad y bienestar general, sino también a la naturaleza: afecta a la vida silvestre, desde aves en apareamiento, a los peces y hasta los mamíferos bajo el mar.

El ruido se define como aquel sonido no deseado, son frecuencias con alta presión sonora que provocan una sensación de molestia en las especies, en las comunidades y en cualquier ser humano. Esta contaminación acústica infiere directamente en las comunidades, produciendo comportamientos negativos en las especies y acabando con los seres vivos más sensibles. El sonido viaja en forma de ondas en el medio aéreo (o los cambios de presión) lo que produce la vibración del tímpano, el tímpano transfiere estas vibraciones a tres huesos minúsculos en el oído medio, los que a la vez comunican las vibraciones al fluido contenido en la cóclea (en el oído interno). Dentro de la cóclea se hallan las pequeñas terminales nerviosas usualmente conocidas como células ciliadas. Ellas responden a las vibraciones del fluido enviando los impulsos nerviosos al cerebro que entonces interpreta los impulsos como sonido o ruido. (Młyński y Kozłowski, 2015 y Martín Leal & Rojas, 2014).               

Un oído humano es capaz de percibir frecuencias de 20 Hz, el tono más bajo, y 20.000Hz el tono más alto (Bravo, 2021) y soportar sonidos correspondientes a niveles de presión sonora entre 0 y 85 dB, una exposición prolongada a 90 dB podría dañar el oído interno y en dBs superiores pueden producir daños físicos irreparables, como rotura del tímpano (Loizaga & Morelle, 2018).

Las frecuencias menores a los 20 Hz se denominan infrasonidos y las mayores a 20.000Hz ultrasonidos y solo las captan algunas especies (Bravo, 2021). Es por esta razón que estos seres vivos son mucho más sensibles que el ser humano a los ruidos antropogénicos.

Hay estudios que demuestran que el ruido fuerte puede hacer que el corazón de las orugas, lata más rápido, y que los pájaros azules tengan menos polluelos. La contaminación acústica dificulta que los animales usen el sonido para navegar, encontrar comida, puedan aparearse y evitar a sus depredadores, lo que afecta la capacidad de supervivencia de muchos animales.

El ruido antropogénico se ha convertido en un importante contaminante mundial y los estudios han demostrado que el ruido puede afectar a los animales. Un metanálisis realizado por Kunc & Schmidt (2019) encontraron que el ruido afecta a muchas especies de anfibios, artrópodos, aves, peces, mamíferos, moluscos y reptiles, y señalan que el ruido antropogénico debe ser considerado como una forma grave de cambio y contaminación ambiental, ya que afecta tanto a las especies acuáticas como a las terrestres.  

En este estudio se analizaron más de cien especies y se dividieron en siete grupos: anfibios, artrópodos, aves, peces, mamíferos, moluscos y reptiles. El estudio se basó en experimentos en los que se registraron diferentes aspectos del comportamiento de los animales antes y después de la exposición al ruido. Los resultados encontraron evidencia de que el ruido afecta la contaminación en los siete grupos de especies, y los diferentes grupos no difirieron en su respuesta al ruido.

En mamíferos y las aves, las altas vibraciones contribuyen a que las especies se asusten, migren y no puedan adaptarse fácilmente a su nuevo hábitat, produciendo estrés, afectando su forma de reproducción, supervivencia y por consiguiente sean capturados fácilmente por animales depredadores (Corbella, 2017).

En los casos de las ranas y los sapos, es aún peor, son seres vivos extremadamente sensibles al ruido, tienen los oídos muy desarrollados y delicados, perciben las vibraciones que se transmiten por el suelo y las frecuencias por el aire. ̈La audición de las ondas sonoras resulta clave tanto para su supervivencia como para su reproducción, dado que de ello depende la posibilidad de comunicarse socialmente y aparearse (Faigon, 2017). Además, son especies que migran en trayectos cortos. Un ruido intenso podría extinguir este tipo de especies, dado que imposibilitaría sus formas de comunicarse entre ellas, alimentarse y reproducirse

Los murciélagos poseen una capacidad de percepción de frecuencias altamente desarrollada que se vincula a su sistema de ubicación por resonancia (eco), es decir, se orientan emitiendo sonidos de orientación de alta frecuencia y recibiendo los ecos. De esta forma detectan los objetos que hay a su alrededor, pudiendo percibir una antena que no tenga más de 1 mm de diámetro, insectos del tamaño de un mosquito u objetos tan finos como un pelo humano. De esta manera detectan, localizan y clasifican a sus presas, la contaminación acústica por ruidos antropogénicos en sus ambientes sonoros perjudicaría sus mecanismos de caza y perderían el sentido de orientación, dando como resultado que colisionen con lo que se encuentren por delante. De hecho, se ha reportado que estos animales deben cambiar sus hábitos alimenticios debido al ruido antropogénico (University Collegue of Texas, 2016).

El ruido afecta también a las abejas quienes tienden a migrar de las colonias debido a varios factores a los que son altamente susceptibles como el ruido. Esto es un factor muy importante pues al momento se vive un grave proceso de colapso de las abejas, lo que afecta la polinización y la producción de alimentos (Chneider S.S. et al, 2004).

Referencias

Aaberg D. (2007). Soluciones para el ruido de grupos electrógenos: Control del ruido no deseado de los sistemas de energía en el lugar de trabajo. Disponible en https://incal.cummins.co

Bravo J. (2021). Oído humano vs oído animal. Beltone. España http://blog.beltone.es/oido-humano-vs-oido-animal/

Chneider S.S. et al  (2004). The African honey bee: factors contributing to a successful biological invasion. Ann Rev Entomol 49:351–376.

Corbella Josep. (2017) El ruido humano perturba la Naturaleza¨. La Vanguardia, España. https://www.lavanguardia.com/ciencia/20170505/422290644428/contaminacion-acustica-efectos-especies-ecosistemas.html

Constitución de la República del Ecuador (2008).

Faigon Miguel. (2016). El asombroso caso del oído medio timpánico de los sapos y las ranas. CONICET. Argentina. https://www.conicet.gov.ar/el-asombroso-caso-del-oido-medio-timpanico-de-los-sapos-y-las-ranas

Kunc H.P. & Schmidt R. (2019). The effects of anthropogenic noise on animals: a meta-analysis. Biol. Lett. 15: 20190649. http://dx.doi.org/10.1098/rsbl.2019.0649

Młyński R, Kozłowski E. Assessment of the audibility area of auditory danger signals produced by industrial truck. Med Pr Disponible en: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26294310

Martín Leal S, Rojas Sánchez GA. Exposición a ruido en la fábrica de Materiales Higiénico Sanitarios de Sancti Spíritus. Gac Méd Espirit [Internet]. 2014. Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1608-89212014000100004&lng=es

Tavella M (s/f). La contaminación acústica que producen las actividades extractivas en los ambientes sonoros de la Amazonía ecuatoriana. Inédito

University Collegue of Texas (2016). Bats Use Second Sense to Hunt Prey in Noisy Environments.

https://cns.utexas.edu/news/bats-use-second-sense-to-hunt-prey-in-noisy-environments