‘Cuidado, pueblo francés’: el cartel viral que alerta de los ruidos rurales

Tomado de: RFI

Saint André de Valborgne es un pueblo de 400 habitantes en la región de las Cévennes, en el sudeste de Francia. Su alcalde, Régis Bourelly, se ha convertido en una estrella de las redes sociales luego de que colgara en su página de Facebook una foto del cartel que había instalado en la entrada de la aldea.

 

“¡Atención, pueblo francés, usted entra por su cuenta y riesgo! Aquí tenemos campanarios que suenan regularmente, gallos que cantan muy temprano, rebaños que viven cerca, granjeros que trabajan para alimentarte. Si no lo soportas, estás en el lugar equivocado”, advierte. Y añade: “Si no, tenemos buenos productos locales. Nuestros talentosos artesanos estarán gustosos de hacerte descubrir el ‘savoir-faire’ y su producción”.

Régis cuenta que tuvo la idea después de que unos turistas parisinos se acercaran el año pasado. “Vinieron a verme porque la campana sonó quince veces, porque el gallo cantó, porque los perros del vecino estaban ladrando”, recuerda.

“También vi en la televisión el juicio al gallo Maurice, así como a otro alcalde agredido porque tenía ovejas. Le envié el cartel, así podrá instalarlo”, asegura.

 

Detrás de estas anécdota se esconde el choque cada vez más recurrente entre citadinos y rurales. En Suiza, a otro gallo se le prohibió recientemente cacarear entre las 10 de la noche y las 8 de la mañana, por lo que permanecerá en su gallinero para no molestar a los vecinos.

No lejos de allí, en 2017, los habitantes de Biot, en Alta Saboya, se reunieron para protestar contra el sonido de las campanas de las vacas. El año anterior, una pareja logró que un vecino fuera condenado por el croar de ranas en su estanque.

En 2018, en la región del Var (sudeste de Francia), los turistas se quejaron del ruido característico de las cigarras…

Por lo pronto, el cartel del alcalde de Saint André de Valborgne es todo un éxito en las redes sociales, con decenas de miles de visitas en su página de Facebook. Habrá que ver si esto se traduce en un récord de visitas al pueblo, lo que probablemente termine con la bucólica tranquilidad de los vecinos…

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